Advierten que va a subir el costo del flete, insumos y va a haber menos mercadería. Temen que Nación siga interviniendo en el mercado de los commodities.
Las consecuencias que va a tener la invasión de Rusia a Ucrania en el sector agroindustrial todavía son inciertas, pero los productores ya advierten que van a ser costosas. Todo dependerá de cuánto tiempo dure la guerra entre Moscú y Kiev y si el conflicto se extiende a otros países. Sin embargo, ya se habla que la incursión bélica del presidente ruso, Vladimir Putin, golpeará la economía mundial por varios años.
Ya hay dos derivaciones que provocó este conflicto. El aumento de los precios de los commodities, los insumos y la posibilidad de escasez de trigo y maíz en el mundo, ya que ambos países son líderes globales en estas producciones.
Rusia importa entre US$600 y US$700 millones en productos del agro argentino. Los más complicados hoy, por una cuestión estacional, son peras y limones. Sin embargo, también se pueden ver comprometidos productos del complejo cárnico, frutas, lácteos y otros bienes agroindustriales.
A nivel local, ante esta situación hay temor en el campo sobre cuál va a ser la respuesta del Gobierno nacional. En el sector temen que se intenten poner retenciones a otros cultivos, que aumenten las restricciones a las exportaciones o que el cupo (fideicomiso) para abastecer el mercado interno sea aún mayor.
«Esta situación repercute directamente en Argentina. El conflicto bélico va a impactar muchísimo. Los países que más van a poder sostener este desfasaje, en cuanto a la parte comercial, son los países desarrollados o que tengan más recursos. El resto del mundo va a estar muy complicado en cuanto a las subas. Porque no solo suben las materias primas, sino también el costo de los fletes y va a haber menos mercadería a nivel mundial», advirtió Lucas Norris, presidente de Prograno.
El directivo remarcó que es una cuestión muy compleja que «nos va a dejar mal parado, tal vez, por los próximos dos o tres años», porque las sanciones a Rusia van a ser muy importantes y Ucrania va a tardar en volver a la normalidad.
«El Gobierno con este conflicto, y con la necesidad también de plata, no sé si no va a meter más retenciones en otros cultivos, donde los precios están mucho más altos. El sector tiene miedo de que se empiecen a implementar más tipos de restricciones a los cultivos o que se aumente el cupo de los fideicomisos para que quede un volumen de producción dentro del país para que se abastezca el mercado interno», expresó.
Lucas Norris advirtió que van a tener que tener mucho diálogo con el Gobierno para encontrar puntos de acuerdo. No solo porque este conflicto puede desencadenar una crisis en diversos sectores, sino porque van a tener que dialogar para no afectar a la cadena productiva. Esto tendría como consecuencia directa menos ingresos de dólares y desempleo.
«El precio del maíz y la soja aumentaron muchísimo en estas últimas dos semanas, no solamente del disponible sino del futuro. Eso no nos pone contentos porque es consecuencia de un montón de desajustes que van a venir en el corto y mediano plazo. El productor podría cobrar un poco más, pero sabe que esto lo va a afectar en los costos», aclaró.
Sin margen
Carlos Segón, presidente de la Sociedad Rural, plantea un escenario y señala que, pese a que en la actualidad en el mercado internacional el maíz y el trigo tengan un precio alto, será difícil que esa ganancia le llegue al productor, ya que el Gobierno maneja las retenciones y los fideicomisos.
«En resumen, para los productores es negativo (el escenario de guerra) porque los insumos que importan van a subir de precio y los que exportan, como el trigo o maíz, no porque están cerradas las exportaciones desde Argentina», dijo el productor y aclaró que si va a mejorar el tema de la soja, la mejora la verá el Gobierno nacional porque cobra retenciones y no tienen costos. «A ellos no se les incrementa ningún costo y les van a aumentar los ingresos por el precio de la soja», expresó.
Carlos Segón cree que una de las consecuencias de la guerra va a ser que Nación implemente el cierre de las exportaciones. Explicó que en el caso de la carne, Argentina exporta a Rusia o sea que ese cupo «seguramente» se va a volcar al mercado interno porque no van a dejar exportar más carne.
«Lo que para el sector agropecuario podría haber significado un beneficio económico de una desgracia va a terminar siendo una desgracia total porque le van a subir los insumos y no va a poder aprovechar los nuevos precios. Hay temor en el sector. El sábado se hizo una reunión de dirigentes en Santa Fe para escuchar a los productores y hay un malestar muy grande, sobre todo por el último fideicomiso con el tema del trigo y del maíz. Hay mucho temor porque el Gobierno siga interviniendo en el mercado de los commodities, más allá de las retenciones», finalizó Segón.