FEDERSAL rechaza todo intento de expropiación de empresas privadas por parte del gobierno nacional.
Las entidades que integramos FEDERSAL manifestamos nuestro más absoluto rechazo al proyecto de expropiación del Grupo Vicentín o de cualquier otra empresa privada por parte del gobierno nacional.
Los argumentos expuestos por el Presidente de la Nación al anunciar esta decisión faltan a la verdad y esconden otros objetivos. Plantear la expropiación para asegurar la “soberanía alimentaria”, “mantener puestos de trabajo”, “que los pequeños productores puedan seguir vendiéndole” o “crear una empresa testigo” nos parece poco serio y alejado de la realidad.
La soberanía alimentaria se logra y consolida a través de políticas que fomenten la producción y la inversión, no mediante aumento de retenciones a las exportaciones, tipo de cambio diferenciado e imposibilidad de acceso al crédito. Los puestos de trabajo se crean y mantienen con más federalismo y reglas claras, no con prohibiciones y persecuciones del fisco. A quién le venden los productores, no hace falta que el Estado se los enseñe; el hombre de campo ya aprendió a sobrevivir “a pesar” del Estado. Asimismo, ya hemos sido “testigos” de demasiados fracasos en empresas intervenidas por los gobiernos, no necesitamos otra muestra.
La medida anunciada ayer devela una política de gobierno de mayor intervención en la economía, generando distorsiones que ya vivimos en el pasado reciente y que han demostrado su fracaso. Además, demuestra claramente la intención del Poder Ejecutivo Nacional de centralizar la toma de decisiones, violentando en forma evidente el principio de división de poderes consagrado en nuestro ordenamiento constitucional.
Argentina necesita más inversión, más producción y más seguridad jurídica para poder salir de una década de recesión. Sin dudas éste no es el camino.